jueves, 19 de mayo de 2011

¡Gerardo Echeita!


Texto de Gerardo Echeita.

Con este texto nos damos cuenta de todo el tipo de alumnado que vamos a tener en nuestras aulas y todas las necesidades que pueden tener tanto de aprendizaje como psicológicas. El caso de Jorge creo desde mi punto de vista que no se le está dando una inclusión en la sociedad, sino todo lo contrario, se le lleva a otro colegio, hace todo diferente y mucho peor si tiene un hermano de referencia que no hace lo mismo que él. Veo normal que si tiene n.e.e se le pueda llevar a un colegio a parte pero buscarle otro horario, o que el colegio mismamente le pueda impartir las clases habiendo en él un maestro especializado en estos niños. Cuanto más va pasando el curso, me voy dando cuenta de la importancia de un equipo de psicólogos, pedagogos y especialistas en problemas infantiles, ya que si son pillados desde edades tan tempranas se pueden superar, y resolver los problemas para que el niño se ponga al mismo nivel que sus compañeros. 

El motivo por el que Jorge no va a el mismo colegio que su hermano es por el sistema educativo y porque en la sociedad en la que vivimos está llena de barreras, como dice el texto, que impiden el aprendizaje y participación en condiciones de igualdad. Es una pena que ya desde pequeños se les empiece a poner etiquetas y sobre todo a dividirles. A mí no había cosa que peor me sentara que nos hicieran realizar una prueba de inglés para formar la “clase de los listos” y la “clase de los tontos” ¿Por qué? Que nos junten a todos y entre todos ayudarnos y ponernos a todos al mismo nivel, ya que haciendo eso en el primer curso lo único que conseguían es que ese desnivel fuese cada año más y más mayor.
Cuando ese entorno social se hace accesible físicamente, se muestra respetuoso con su diferencia y se moviliza para prestar apoyo las discapacidades se van diluir y tan solo van a encontrar personas, que tienen ganas de aprender y que pueden desarrollar una vida autodeterminada y con calidad.
Como propone el texto la primera de esas barreras va a ser el individualismo que tanto ha condicionado la acción educativa en todas las escuelas. Si esta barrera desapareciera y la perspectiva se volviese mucho más social entre todos podríamos buscar proyectos, actividades, que propicien una educación para todos y con todos. “Siempre existe la posibilidad de lo posible”. 

Otro de los problemas que se plantea, es que hay mucha teoría escrita sobre todos estos problemas, pero a la hora de llevar a la práctica, a la vida cotidiana, se ponen en duda de si se dispone de conocimientos didácticos, educativos o recursos suficientes. Pero para darnos cuenta de eso vamos a tener que ser profesores activos, con ganas de aprender cada día y de preocuparnos por cada niño que entra a nuestro aula ya que cada uno de ellos nos van a contar una historia distinta.
Resalta, como hemos dicho también unas líneas más arriba, que lo más importante no van a ser los contenidos escolares que vayan a aprender los educandos sino su propia formación, que es lo que debería convertirse en el eje de la organización del trabajo escolar. Que aprendan a valerse por sí solos en el día a día.
En general, toda la sociedad, y nuestra cultura necesita un cambio. No es normal que la sociedad vaya evolucionando, vayan saliendo las nuevas tecnologías, la gente tenga otras maneras de pensar y de actuar y que en la escuela se sigan impartiendo las clases como hace 40 o 50 años. Los niños van a salir a una sociedad del siglo XXI que como sabemos nos van a llover golpes por todos los lados y les tenemos que preparar para esa sociedad, no para la del siglo pasado. 

Actualmente en nuestras aulas hay niños de muchos países y cada vez más y somos una cultura muy cerrada sobre todo a culturas que ya han pasado antiguamente por nuestro país, y esto hay que cambiarlo, como he dicho no podemos poner etiquetas desde pequeños. La superación de esta barrera cultural debe hacerse por la vía de avanzar hacia un modelo intercultural, desde el cual seamos capaces de interpretar determinadas diferencias individuales como modos de ser y considerar las diferencias culturales en igualdad, de modo que veamos en ello sociedades más justas e igualitarias. Pero esto no se va a conseguir en un año… es un gran trabajo ya que los cambios culturales son los más difíciles pero nadie ha dicho que no podamos conseguirlo si todos queremos.  Y si queremos una escuela para todos, una escuela inclusiva… termino la reflexión con la frase que me quedo del texto…
“Difícilmente puede haber una escuela inclusiva, es una sociedad excluyente”
Aquí también me gustaría mencionar el video que nos enseñó Laura sobre un niño con problemas y como le ayudan a realizar lo que el mas quiere aunque no pueda ni hablar, como aunque no pueda quiere hacerlo y superarse y es una pena que tengamos que ver videos así para darnos cuenta de la suerte que tenemos y de todo lo que desaprovechamos en la vida por centrarnos en cosas o problemas que no tienen mucha importancia en diferencia a otros. Al ver este video, en general esta asignatura, me está enseñando mucho, las escuelas que aprenden, la escuela inclusiva, los métodos punitivo y relacional… pero sobre todo creo que me voy a llevar más las lecciones de moral y todo lo hablado  fuera de los objetivos de clase, que de la materia vista. Los consejos, las regañinas, y todas esas cosas es lo que ahora nos viene bien, porque aunque llevemos ya un curso de la universidad con esto de Bolonia seguimos perdidas y necesitamos a una profesora que más o menos nos diga lo que debemos hacer en algunos casos.

Hablando del cambio cultural, de la sociedad, quería incluir esta foto en el portafolio porque es un reflejo exacto de los cambios que ha habido estos años atrás. Yo no digo que antes a lo mejor se le castigaba demasiado al niño y el profesor tenía demasiada autoridad sobre él, pero ahora con estos cambios, se ha llegado a darle toda la razón al niño, dejando de lado cualquier comentario del profesor, ya sea bueno o malo. Esta falta de autoridad es lo que está produciendo en el profesorado una gran insatisfacción, ya que no saben cómo acertar a la hora de educar a los niños y que los padres se sientan agusto. Pero para que estos cambios se produjesen ha tenido que cambiar toda la sociedad, a los niño ahora ya no se les castiga, si no que se dialoga con ellos y se intenta llegar a un acuerdo, cosa que por una parte está bien, ya que el acto de dialogar es una cosa que tienen que tener muy presente los niños, pero hay muchas veces que un pequeño castigo a tiempo nunca viene mal. Pero de siempre los padres han querido lo mejor para sus hijos, eran sus protectores aunque muchas veces nos pareciese lo contrario
cuando iban a hablar con nuestros profesores, pero lo hacían por nuestro bien; pero ahora ese sentimiento de protección sobre el niño creo que se está exagerando mucho, pero no veo normal que en mi antiguo colegio en Pastrana, haya una clase de 10 chicos/as del pueblo, más los alumnos de  pueblos de alrededor, y que se hayan hecho tal piña que les da igual llegar a sus casas con 11 asignaturas suspensas, ya que a sus amigos les ha pasado lo mismo y son tan felices… ¿Qué está pasando? Los padres, la sociedad, la cultura…nos tenemos que poner manos a la obra, y no hay mucho tiempo para pensar, debemos de empezar a actuar, a la voz de ¡ya¡
Y sin nada más que decir por hoy… ¡me despido!                  
¡Hasta la próxima Cuquis! 
Lucía Toledano Taravillo.

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